En la primavera de 2020, la pandemia generada por el brote de coronavirus (SARS-CoV-2), cambió de forma substancial nuestras vidas. Con el fin de frenar su rápida expansión, el 14 de marzo se impuso el confinamiento de la población española que se prolongó, en su fase más restrictiva, hasta finales de abril. En un período muy breve de tiempo, familias y niños/as tuvieron que adaptarse a una nueva realidad que modificó totalmente sus dinámicas sociales habituales, así como sus espacios de relación personal. En estas circunstancias, el grupo UNDERISK inició una línea de investigación centrada y el análisis y comprensión de los efectos que la crisis del COVID-19 en general, y el confinamiento en particular, tuvo en los niños/as y sus familias.